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Miedos y deudas en la F1

Por Jorge Botella

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El departamento de personal, por decirlo de alguna manera, del equipo Toyotade F1 ha remitido –hace unas semanas- una carta personal a todos aquellos colaboradores con contratos, digamos, eventuales, invitándoles a que si tienen otras ofertas de trabajo, pues eso: que las acepten sin demora. Todo parece indicar que este equipo podría estar a punto de seguir el mismo camino que tomó Hondael año pasado, o el que ya ha tomado, oficialmente desde hace una semana, BMW: deja la F1.

Puede también que esta sea la primera medida para cumplir con uno de los requisitos firmados por todos los equipos: disminuir las dimensiones, en cuanto a empleados, para abaratar los costes fijos de la actividad. Sea como fuere, Toyota que aún no ha confirmado su presupuesto para 2010, se convierte en  un nuevo candidato a olvidarse de la F1 en un marco económico crítico, para centrar sus esfuerzos e inversiones en vender coches que, al fin y al cabo, es su objetivo empresarial básico. Y lo mismo, pese a que Briatore lo niega con insistencia, podría estar pasando en Renault.

Pinta bastos, sí, en la F1. La situación mundial, el descenso de ventas y su consiguiente merma en cuanto a beneficios por no hablar de las millonarias pérdidas de estos dos últimos ejercicios que, a su vez, han supuesto multitud de despidos (que es el pez que se muerde la cola) son factores que están dibujando un nuevo futuro para la F1, quizá más económico, en el sentido de barato; algo que a ti como a mí nos debe importa un bledo, mientras sigan habiendo carreras de F1 cada quince días. ¿O no?

Otro equipo que está en la lista demorosos es el Force India que, se ha sabido en Valencia, le debe un montón de facturas a Mercedes que es su suministrador de motores. Eso sí, el yate (el más pequeño de los dos que tiene) de su patrón –un multimillonario vinculado a un montón de empresas- estaba atracado como quién no quiere la cosa en las dársenas del puerto de Valencia, justo enfrente de las narices de los señores de Mercedes Benz

Y hablando de la carrera de Valenciay como ya adelanté la pasada semana, el erario público (o sea: tu, yo y el resto de españoles que pagamos impuestos) deberá pagar el déficit de su organización, cifrado en unos 100 millones de euros… ¿Hacía falta organizar otro Gran Premio de F1 en un “polígono industrial” del puerto de Valencia sabiendo que, como el año anterior, no sería rentable? Ahí queda la pregunta y también mis dudas...

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Fuente: Miedos y deudas en la F1

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